lunes, 26 de octubre de 2009

UNA DE DICHOS EIBARRESES... ¡¡Y QUE RAZÓN!!!


Nuestra buena amiga Eli Artamendi nos ha enviado este glosario de frases que, en honor a la verdad, se repiten en más de una ocasión. (La última, la del taxi, es "cosecha propia"). Y al loro, que posiblemente el jueves 26 de noviembre llegará la XI Cena de San Andrés en Gasteiz!!!!.

(ELI ARTAMENDI)
Hay gente muy orgullosa de ser de Bilbao. Personas que están encantadas de ser de Madrid. Otros contentísimos de ser de Nueva York. Pero bueno, nada comparable con ser eibarrés. Porque ser de Eibar son palabras mayores. Es algo indescriptible. Es un estadio superior de la vida. Por decirlo en pocas palabras, “Ser de Eibar es un honor reservado para muy pocos” (fijaros que sólo hay 27.000 eibarreses entre los 6.500 millones de habitantes que tiene el planeta). ¿Y es eso injusto? Tal vez. Pero tampoco tiene todo el mundo un avión privado y no pasa nada.

No quiero seguir poniéndoos los dientes largos, uno no elige donde nace, es algo aleatorio y no os puedo culpar por ello. Por eso, en este post “me voy a limitar” a explicar tres situaciones (de las miles que hay) en las que decir que soy de Eibar me supone una ventaja sustanciosa:

- Estás con invitados, y no hay sitio para sentarte en el restaurante al que has ido. Lo más normal es que te busques otro sitio para comer, pero si eres eibarrés puedes decir “Perdona, soy de Eibar” y acto seguido te contestan “A ver lo que podemos hacer, una mesa para seis ya os podemos poner, tomaros un vinito mientras tanto”.

- Llegas tarde a la clase del profesor más escrupuloso con la hora. Te pregunta, “a ver, de dónde te crees que eres, chaval? Y le contestas tranquilo: “Soy de Eibar”. Y entonces lo que parecía que iba a ser una inevitable bronca se convierte en un educado“siéntate donde quieras, vamos por la diapositiva 6, si tienes alguna duda pregunta sin miedo”.

- Estás con tus amigos de viaje. Habéis llegado a una carretera en la que no está claro por dónde seguir. Hay tres carreteras posibles. Seis dicen para ir por A. Cuatro por B. Y el eibarrés y otro por C. Hay una discusión. La gente no se pone de acuerdo. Y dices: “Tranquilos es por C, soy de Eibar”. Y eso inspira seguridad, te siguen y aciertas con el camino. Pero si hubiese sido de Alfajarín (con todo el respeto para sus habitantes) no me hubiesen hecho caso, nadie me hubiese seguido.

- Vas en un taxi y, generalmente, dependiendo de cómo sea el taxista y lo limpio que esté el coche, puedes hasta montarte adelante. Y ahí, la típica conversación: el tiempo, las carreteras... hasta que no puedes aguantar más y dices. "Por cierto, soy de Eibar". Es así. Somos las únicas personas a las que NUNNNNNCA nos preguntan de dónde somos; YA NOS ENCARGAMOS NOSOTROS DE DECIRLO. ¡¡¡SOMOS DE EIBAR!!!!!


Son sólo tres palabras “Soy de Eibar”. Cuatro como mucho “Yo soy de Eibar”. Y sin embargo, cuanto poder te otorgan, y cuanta tranquilidad y seguridad a los que van contigo.

Seguiré hablando otro día sobre Eibar, y sino siempre podéis venir a conocerlo... (lo de empadronaros está más complicado, además eibarrés se nace no se hace).

FOTO: Eli Artamendi, en la imagen junto a Martín Txurruka y Kike Arrieta